Una sucesión de eventos desfavorables determinó la segunda derrota de la Selección Argentina en lo que va de las Eliminatorias Sudamericanas y la séptima del ciclo de Lionel Scaloni. El calor irrespirable de Barranquilla (41 grados de sensación térmica a la hora de comienzo del partido) sumado a un piso seco, duro y desparejo, el talento de James Rodríguez de pocas apariciones pero todas determinantes y a un penal muy discutible que le sancionaron en el segundo tiempo a Nicolás Otamendi contra el lateral Daniel Muñoz le dieron forma a un 2-1 en contra que no bajó a la Argentina del primer puesto en la tabla. Y que Colombia celebró como lo que verdaderamente fue: el desquite de la final de la Copa América que hace dos meses perdió en Miami.
Crédito: Conmebol